ERECCIÓN DE LA PARROQUIA DE LA SAGRADA FAMILIA EN CAN BONET

ERECCIÓN DE LA IGLESIA DE LA SGDA. FAMILIA COMO PARROQUIA DE LA SGDA. FAMILIA

Corrían los años setenta cuando el presbítero Rd. D. Vicente Bonet decidió urbanizar sus terrenos, en la linde de «Ses Païsses» para venderlos, a precios económicos, principalmente a las familias de Corona y San Mateo que habían emigrado a San Antonio por mor del turismo. No se conformó sólo con este hecho social sino que dio a la Iglesia dos amplios solares. Uno para construir una escuela y en el otro la parroquia. No pasaron muchos años cuando el obispo José Gea y D. Juan Torres, Borrasca, Mossènyer de San Antonio, iniciaron la demarcación y la construcción de la primera fase, tanto en un solar como en el otro. La escuela comenzó a funcionar en pocos años por la necesidad de dotar de cultura a los hijos de los nuevos inquilinos. La iglesia fue más difícil terminarla por falta de subvenciones. Unos cuatro años atrás, el actual obispo, D.Vicent Juan Segura y el párroco de San Antonio y responsable de esta iglesia sufragánea, D. Vicente Colomar, Pins, decidieron darle un empujón. El resultado ha sido que el 23 de septiembre de este año 2018, con el gozo y la satisfacción de los dos promotores, y otros, el obrero mayor, al repique de los tambores y castañuelas, entregaba la llave del Templo al sr . obispo que al mismo tiempo la traspasaba a D. Virgilio Bago Malgapo, primero párroco de la nueva parroquia de la urbanización de Can Bonet. Casi al final de la eucaristía le entregará la última responsabilidad que le encomienda según el Derecho Canónico, la llave del sagrario.

Una vez dentro del recinto religioso, D. Vicent Ribas, vicario general, lee los decretos por el que se erige como parroquia y puesta bajo el patrocinio de La Sagrada Familia. Y nombra a D. Virgilio Bago Malgapo primer párroco. Leerá un tercer decreto por el que el Rd. D. Virgilio será el responsable de la comunidad católica filipina en la diócesis.

Acabados estos protocolos comienza el eucaristía y el coro parroquial se encarga de recordarnos «Estamos en la Casa del Señor». Será el nuevo párroco que proclamará el Evangelio que antes le ha entregado el sr. obispo recomendándole que lo hace responsable de proclamarlo y meditarlo para tener siempre presente la Palabra de Jesús. Después de la homilía en la que hace hincapié en que Jesús llamó unos cuantos discípulos, los separó del grupo para instruirlos y rezar con ellos al Padre Celestial. En este momento el nuevo párroco profesa públicamente, ante toda la asamblea cristiana aquí congregada, su FE y se compromete a cumplir las promesas ministeriales, la adhesión al Papa, la comunión en la iglesia y al depósito de la Fe. Terminado este punto, toma posesión de la sede, del confesionario, de la pila bautismal, de la campana para llamar a los fieles a misa. En el momento del canon la hermandad rociera de San Antonio canta el Padre Nuestro, y el coro, durante la comunión «Viva el amor en Jesucristo». El señor obispo nos despide después de que el coro haya puesto la nueva parroquia bajo el patrocinio de María, Madre de la Iglesia con el canto de: Santa María, signora dal la neve./ Capricol bianco soffice Mentelin, / y nostro amico nostro Fratello. / Su nel paradiso, sume nel paradiso./ La scialoandare por le tue montagne./

Y junto al Centro Social, con un solo abrasador, mientras La Colla de Sant Antoni nos alegraba, la comunidad filipina nos invitaba con la amabilidad y atención que los caracteriza a un suculento aperitivo.

 

               

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