El lunes 22 de abril un grupo de peregrinos de la parroquia de Santa Cruz viajó a Caravaca de la Cruz para participar en el Año Jubilar de la Vera Cruz, en esta ocasión bajo el lema «Camino a la Cruz, camino de amor». La parroquia se unió a la peregrinación a la que este año llama Caravaca con el objetivo de ganar el jubileo.
El lunes por la mañana, y camino a Caravaca, los peregrinos hicieron parada en Valencia para visitar la imagen de la Virgen de los Desamparados la cual, en el mes de septiembre del año anterior, visitó la parroquia de Santa Cruz dentro del programa de las fiestas patronales.
Los peregrinos tuvieron el honor de participar en la Eucaristía cantada por la escolanía de la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados entonando el himno a la Virgen de las Nieves, «Set Segles fa».
Por la tarde visitaron la S.I. Catedral de Valencia donde disfrutaron de una visita guiada por D. José Verdeguer, canónigo conservador del Patrimonio Artístico y director del Museo Catedralicio, quien explicó la gran reliquia que guarda el templo, el Santo Cáliz.
Al día siguiente, los peregrinos se dirigieron a Benissa para celebrar la misa a los pies de la Purísima Xiqueta en su cuarto centenario, y visitaron la Basílica que está siendo arreglada para la ocasión. Seguidamente partieron hacia Murcia donde disfrutaron de un hermoso día en Caravaca de la Cruz.
El miércoles participaron en la peregrinación desde la Iglesia del Salvador hasta el Santuario, donde el coro parroquial proporcionó la música en la celebración de la Eucaristía y adoraron la Vera Cruz de Caravaca. El día fue muy emotivo, recordando especialmente a los enfermos y difuntos.
El jueves visitaron Cartagena pasando por el Santuario de la Virgen de la Fuensanta, donde también participaron en la celebración y entonaron el himno a la Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia.
Para finalizar la peregrinación, visitaron Almansa y celebraron la Eucaristía a los pies de la Virgen de Belén, patrona de la ciudad donde fueron recibidos por la alcaldesa y visitaron la Casa Grande cesa de la ciudad, visitando la Casa Grande donde pudimos contemplar un cuadro que narra la batalla de Almansa del 1707, -en la sala de plenos del ayuntamiento-, y el Castillo monumental, para disfrutar de unas vistas panorámicas de todo el valle en el que se enclava el monte del Águila.. La peregrinación concluyó con agradecimientos a Dios y a la Santísima Virgen.