MISA EN HOMENAJE A LOS 30 AÑOS DE VOLUNTARIADO EN CÁRITAS DE ÁNGELA MABLEY

MISA EN HOMENAJE A LOS 30 AÑOS DE VOLUNTARIADO EN CÁRITAS DE ÁNGELA MABLEY

Ayer por la tarde en la parroquia María Madre de la Iglesia de Puig den Valls se celebró una eucaristía en acción de gracias y homenaje por los 30 años de voluntariado en la pastoral penitenciaria en Cáritas de Ángela Mabley Staffieri.

Tras estos 30 años, Ángela se retira para dejar paso a otras generaciones.


La celebración fue presidida por el administrador diocesano de Ibiza y Formentera, D. Vicente Ribas Prats. En la homilía resaltó la gran labor de Ángela en la Iglesia a través de Cáritas. También le dio las gracias al Señor e invitó a todos los asistentes a pedirle por todos los laicos, para que aumenten su compromiso y participación en la Iglesia. Al finalizar la homilía y con la mirada puesta en la homenajeada dijo: «los labios hablan de lo que brota en el corazón». Con ello hizo referencia a la gran entrega de Ángela para con los más débiles y olvidados.


Tras concluir la celebración de la eucaristía, tomó la palabra Tina quien leyó un poema dedicado a Ángela compuesto por Mari Luz de parte de su comunidad parroquial. Tras dicha intervención subió al atril Pepe Vaquer, que leyó una copla escrita para la homenajeada realizada por todo el equipo de voluntarios de pastoral penitenciaria. Seguidamente habló Helena en nombre de los funcionarios del centro penitenciario, quien también dedicó unas palabras de agradecimiento de parte de todo ellos hacia Ángela, las cuales acompañó de unos presentes.

El Padre Alejandro, Delegado de la pastoral penitenciaria, continuó el homenaje mencionando una de las primeras frases que escuchó de Ángela dirigidas hacia él cuando le contaba lo que le había movido a realizar el voluntariado en la cárcel: «Estuve en la cárcel y me visitasteis». Subrayó que éstas palabras son las que le movieron para llevar a cabo su gran misión.


Al finalizar, el Administrador Diocesano junto con el Delegado de Cáritas, Miguel Angel Riera, le hizo entrega de una Bendición Apostólica del Papa Francisco a Ángela, como reconocimiento de su gran labor.

«Gracias, Ángela» fueron las palabras que más sonaron durante la celebración por parte de todos.


Tras la eucaristía tuvo lugar un pequeño picoteo organizado por Cáritas.