«Estos últimos días he publicado un comunicado y un decreto con la dispensa del precepto dominical que siguen teniendo validez. Las circunstancias cambiantes de la grave situación que vivimos nos obligan a implementar nuevas medidas que a su vez recojan las disposiciones del Real Decreto por el que se regula el estado de alarma en nuestro país.

En el se establece la obligación de permanecer en nuestros hogares y no salir a la vía pública nada más que por motivos estrictamente necesarios.

Por todo ello:

1.- Desde el lunes 16 de marzo se suprimen todos los actos de culto, incluida la celebración de la Santa Misa, mientras dure el confinamiento. Invito a los sacerdotes a no dejar de celebrar la Eucaristía pidiendo por los enfermos y por la pronta superación de esta situación de grave crisis sanitaria por la que atraviesa nuestro país y el mundo.

2.- Cuando ocurra un fallecimiento y la familia solicite la celebración del funeral, este podrá ser celebrado en la estricta intimidad familiar, quedando la costumbre de celebrar otras misas hasta que superemos esta situación de confinamiento.

3.- La comunión a los enfermos y a las personas mayores e impedidas no se llevará durante el confinamiento. Únicamente se atenderán aquellas peticiones de personas que, por su gravedad, deseen recibir el sacramento de la Unción de Enfermos.

Todos estamos llamados a que responsable y solidariamente permanezcamos en nuestros hogares y que nuestras salidas a la vía pública sean por motivos estrictamente necesarios.

Por ello os pido que, durante estos días, sigáis la Santa Misa y otros actos de piedad cristiana a través de la televisión y la radio. Os invito a rezar en familia por la superación de esta crisis sanitaria.

Que Santa María, Mare del Bon Amor, proteja y guarde nuestras islas de Ibiza y Formentera que desde hace tantos siglos tiene encomendadas.»

Vicente Ribas Prats, Administrador Diocesano de Ibiza y Formentera

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