Hoy, jueves, cuatro de octubre, en la parroquia de Sta. Cruz, primero, y después «en el mesón el Gallego», hemos iniciado el curso 2018-19. Hemos empezado con una eucaristía presidida por el sr. obispo en la que nos ha hablado del santo del día, San Francisco de Asís. Después de un verano caluroso y meses sin vernos hemos cantado «Que alegría Cuando me dijeron vamos a la Casa del Señor», interpretándolo como un reencuentro festivo con el Señor y con los grupos de San José , San Jorge, Santa Eulalia y Santa Cruz.
Terminada la celebración hemos pasado de la capilla del sagrario a la de la Virgen de Lourdes. Y hemos continuado, después de hacernos la foto de rigor, con la intervención de D. Vicente, consiliario diocesano. Nos ha expuesto los pilares de Vida Ascendente: Espiritualidad, Amistad y Ayuda. La segunda ponente ha sido la presidenta, Mª Dolores. Nos ha recordado las suscripciones de Vida Ascendente recomendando que se vayan pasando las revistas de unas personas a otras para que estén activas. Nos pide que oremos por la hija del presidente nacional, D. Álvaro Medina del Campo, la cual, a causa de un accidente de coche se encuentra en estado vegetativo. El tercero en intervenir, el Hermano Bonaventura, se ha limitado a leer la Memoria de todo el curso pasado destacando el retiro «de la cuaresma a la pascua» que nos dirigió con gran acierto D. Álvaro Mesa, rector de San Agustín. Nos ha narrado, también, la clausura del curso pasado, el 31 de mayo, en la que subimos en peregrinación al Puig de Missa de Santa. Eulalia, con eucaristía en la parroquia, presidida por el Sr. Obispo y, almuerzo en la rectoría preparado por los cocineros de la marca Manos Unidas.
El tercer acto de la inauguración del curso lo hemos celebrado en «El mesón Gallego». Hemos aprovechado para dar la bienvenida a las nuevas incorporaciones y nos hemos alegrado de tener a Pepita Mosson, delicada de salud durante el verano. Hemos recordado a María Vich, operada del corazón y, a Maria de Can Planes que pasa una época delicada de salud. Antes de tomar los postres hemos cantado con todo nuestro aprecio y sentimiento «Eivissa, illeta daurada / ramell de polida màgia…«. Al terminar la juerga con deseos de seguir un año más hemos agradecido al Señor de la Vida el reencuentro celebrado en su nombre cantándole «Hoy, Señor, te damos gracias por la vida la tierra y el sol / hoy, Señor, queremos cantar las grandezas de tu amor «. Y a partir de ese momento cada grupo organiza su propio calendario de reuniones.

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