En un mundo que a menudo se mueve a un ritmo vertiginoso, es crucial detenerse y recordar que la empatía y la simple presencia pueden salvar vidas. El próximo 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha en la que se busca concienciar sobre la importancia de estar allí para quienes enfrentan crisis emocionales y pensamientos suicidas.
La campaña la organiza Escenarios Saludables, una Asociación Civil sin fines de lucro refundada en 2013, y cuyo objetivo es promover acciones comunitarias de prevención del suicidio en más de 140 entidades de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana y España, que son con las que hoy cuentan.
La presencia marca la diferencia
En un mundo cada vez más conectado digitalmente, a veces se olvida el poder de la presencia humana. A menudo, una persona que atraviesa una crisis emocional no necesita una solución inmediata a sus problemas, sino simplemente sentirse escuchado y comprendido. Esto es lo que hace que la participación de cada individuo sea vital en la lucha contra el suicidio.
No hay que subestimar el valor de la presencia de uno mismo. Puede ser un amigo, un familiar o incluso un compañero de trabajo el que lo esté pasando mal y/o se esté planteando el suicidio. Tomarse el tiempo para escuchar sin juzgar, mostrar empatía y preocupación genuina puede dar a esa persona el apoyo necesario para seguir adelante.
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio es un recordatorio al mundo entero de que todos somos responsables de cuidar el bienestar mental de los seres queridos y comunidades.
