Al atardecer del último sábado del mes de septiembre, tomó posesión como rector de la Parroquia de San Antonio Abad, el Rd. D. Francisco Javier Torres Petters. Estaba presente, también, el nuevo vicario parroquial el Rd. D. Sergio Alberto Pérez García.
La ceremonia fue austera, solemnizada por el coro de la parroquia cantando a capela. Emocionante la liturgia, casi toda ella en ibicenco. Se inició con el cántico «Al·leluia! Som a la Casa del Senyor.» Una campanada que tocaba el corazón para que todo el público, puesto en pie, recibiera a los celebrantes y se dispusiera a celebrar la eucaristía que comenzaba en ese preciso momento. El nuevo párroco, a lo largo de la celebración recibió de manos del sr. obispo, como símbolo de responsabilidad, las llaves de la entrada y del sagrario, también el evangeliario comunicándole que se hiciera responsable de la pastoral, catequesis, respeto y adoración a Jesús sacramentado en todo el recinto.
Después de realizar, públicamente, la profesión de fe, prometió que se hacía responsable de enseñar la doctrina de la Iglesia según el Depósito de la Fe. Tomó posesión de la sede, con un ensordecedor aplauso por parte de los fieles, del Confesional y de la Fuente del Bautismo. Acabó tocando las campanas para que todo el pueblo de San Antonio sintiera la llamada del Señor antes de comenzar los oficios litúrgicos.
En la homilía el sr. obispo destacó la labor responsable, durante 28 años, del anterior rector, D. Vicente Colomar, Pins, a quien agradeció la tarea evangelizadora y catequética realizada con la ayuda de los obreros, catequistas, voluntarios y fieles en general. Así como la promoción social de la parroquia a través de Cáritas. Como respuesta a las palabras del sr. obispo, en la comunión, el coro cantó un cántico emblemático para todo cristiano que se reúne en la iglesia para rezar y participar de la vida litúrgica parroquial: «Jesucrist ens ha estimat / com ningú mai ho ha fet./ Estimem-nos uns als altres / si volem regnar amb Ell.»/
A punto de terminar la celebración, el nuevo Rector habló al público pidiendo que le perdonasen por sus faltas e incorrecciones. Les rogó que si no estaban de acuerdo con alguna actuación personal se lo hicieran saber personalmente.
A la salida del templo compartieron «orelletes» flaó y mistela mientras el nuevo rector recibía los beneplácitos del alcalde y de los asistentes a la ceremonia religiosa.
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